Mi amor, mi compañera, mi vida, mi Maiju, mi Leidy:
Sé que las palabras no pueden borrar el dolor que ambos sentimos en este momento, pero necesito que sepas que cada palabra que te escribo nace desde lo más profundo de mi corazón. Estos siete años a tu lado han sido un viaje lleno de amor, risas, sueños compartidos y también, lo admito, momentos de oscuridad. Desde el día en que nuestros ojos se encontraron, supe que eras especial, una luz que iluminaría mi camino.
Recuerdo con cariño nuestras primeras citas, las noches de confidencias, el día en que me diste la oportunidad de ser el padre de Eva y luego cuando nos convertimos en padres de Cris. Ver sus rostros fue como ver el amor hecho realidad. Cada logro, cada risa, cada pequeño paso, lo compartimos juntos, construyendo una familia que creímos indestructible.
Te agradezco por tu paciencia, por tu amor incondicional, por ser mi roca en los momentos más difíciles. Perdóname por mis errores, por las veces que te lastimé con mis palabras o mis acciones. Perdóname por no haber sabido cómo amarte de la manera que merecías.
Sé que la vida nos separa, que nuestros caminos toman rumbos diferentes. Pero quiero que sepas que mi amor por ti, como madre de mis hijos y como la mujer que me enseñó a amar, nunca desaparecerá. Siempre te llevaré en mi corazón, en cada recuerdo, en cada sonrisa de Eva y Cris.
Prometo ser un padre presente y amoroso, un apoyo constante en la vida de nuestros hijos. Quiero que ellos sepan que, a pesar de nuestra separación, el amor siempre estará presente. Deseo de todo corazón que encuentres la felicidad que tanto mereces, que la vida te colme de alegrías y que nunca olvides el hombre que te amó con toda su alma.
Con todo mi amor,
Toño :(